domingo, 13 de marzo de 2011

Desigualdad Estructural y Pobreza

“Somos la primera generación que posee los recursos, el conocimiento y la capacidad para eliminar la pobreza. La experiencia demuestra que, donde existe una voluntad política firme, hay progreso; y donde existen asociaciones, hay beneficios. En el mundo, las personas pobres buscan la ayuda y solidaridad de sus gobiernos y las Naciones Unidas. Tenemos esa responsabilidad ante ellos. Así que, cumplamos con nuestra responsabilidad”.

                                                                                    -Ban Ki-Moon Secretario General de ONU en la Reunión de alto nivel sobre los objetivos de desarrollo del Milenio, Nueva York, 25 de Septiembre del 2008.


Pese al avance logrado en las últimas décadas, la extrema pobreza que prevalece en los países de bajos ingresos es un problema crucial para la comunidad mundial. Actualmente, más de 1.000 millones de personas viven con menos de US$1 por día. Se estima que más de 750 millones de seres humanos —de los cuales alrededor de la quinta parte son niños— padecen malnutrición. De cada 1.000 niños nacidos en países de bajos ingresos, 116 mueren antes de cumplir los 5 años, la mayoría de ellos por malnutrición o enfermedades fáciles de prevenir. En el mundo existen alrededor de 113 millones de niños sin escolarizar y casi 1,300 millones de personas no disponen de agua salubre. Claramente, acabar con la pobreza es un gran desafío.



Consideraciones teóricas acerca de la pobreza:


Tradicionalmente se ha definido la pobreza como privación material, medida mediante la obtención y utilización cuantitativa de bienes y servicios básicos. Amartya Sen propone un cambio de enfoque. En lugar de hacer énfasis en los bienes materiales (bienes y servicios), se centra en la pobreza desde la perspectiva del desarrollo humano, la pobreza como denegación de opciones y oportunidades para vivir una vida digna. En otras palabras, la pobreza vista como ausencia de capacidades básicas que le permiten a cualquier individuo insertarse en la sociedad.



El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo define la pobreza tomando en consideración la carencia de capacidades humanas básicas que se manifiestan en problemas tales como analfabetismo, desnutrición, baja esperanza de vida, mala salud materna y padecimientos por enfermedades prevenibles. Esta es la denominada pobreza humana, que no se enfoca en lo que la gente tiene o no tiene sino en lo que la gente puede o no puede hacer. Una manera indirecta de medirla es a través del acceso a bienes, servicios e infraestructura (energía, educación, comunicaciones, agua potable), necesarias para desarrollar las capacidades humanas básicas.



El PNUD elabora un Índice de Pobreza Humana para los países en desarrollo tomando en cuenta tres dimensiones: esperanza de vida: tasa de alfabetismo; y PIB real per cápita.



Robert McNamara, cuando era presidente del Banco Mundial sugirió el término “pobreza absoluta” para diferenciarlo de una “pobreza relativa”, esta última es el resultado de la comparación entre personas de una región determinada, por ejemplo los pobres de los países desarrollados son pobres solo en comparación con sus vecinos, en cambio la pobreza absoluta es aquella que resulta de la comparación con cualquier referencia regional que se tome, es la que se encuentra en los países menos desarrollados, pobres absolutos son aquellas personas con graves privaciones y que luchan por sobrevivir en unas circunstancias de miseria y degradación inigualables. Desnutrición, analfabetismo, enfermedades, entorno miserable, alta mortalidad infantil y una baja esperanza de vida son sus características.



El Banco Mundial señala que pobreza no es lo mismo que desigualdad, la pobreza se refiere al nivel de vida absoluto de una parte de la sociedad, y que por su parte la desigualdad se refiere a los niveles de vida relativos en la sociedad en general. Es decir, con un mismo nivel de desigualdad podría no haber pobreza absoluta, así como también podríamos encontrar niveles críticos de pobreza, esto es en donde solo unos pocos no son pobres, que es lo que sucede en nuestra realidad contemporánea.



The Worldwatch Institute calcula que 1.200 millones de personas – o, lo que es lo mismo, el 23% de la población mundial – viven en una pobreza absoluta, causa probablemente esta de la principal miseria humana. El problema no consiste en que el mundo no pueda producir lo suficiente para alimentar y proporcionar vivienda a su gente, serios estudios demuestran claramente que el problema es de distribución y no de producción. El mundo produce suficiente comida para todos. Además, las mismas naciones más pobres podrían producir mucho más si utilizaran mejores técnicas agrícolas. Por tanto, ¿por qué hay hambre en el mundo? Los pobres no se pueden permitir comprar cereal cultivado por los granjeros de los países ricos. Los granjeros pobres no se pueden permitir comprar mejores semillas, ni fertilizantes, ni la maquinaria necesaria para abrir pozos y bombear agua. Solo si transferimos parte de la riqueza de los países ricos a los pobres se podría cambiar esta situación.



El dinero que los ricos gastan en lujos podría ser donado a una serie de agencias voluntarias, lo que para los niños necesitados significaría la diferencia entre la vida y la muerte. Si aceptamos el imperativo no matar entonces también nos debemos obligar a colaborar con las personas que sin nuestra ayuda también morirían. No olvidemos que el dinero no es un bien o un servicio en sí mismo, sino el medio de intercambio por el cual se obtienen tales bienes y servicios, el dinero es una capacidad para desarrollarse en la sociedad capitalista, no un fin.



Los representantes del Banco Mundial declararon que hoy en día el 20% del mundo controla el 80% del producto interno bruto, que se logró una economía de 30 billones de dólares, de los cuales 24 billones corresponden a los países desarrollados, que el ingreso de los 20 que se encuentran arriba, es 37 veces superior que el de los 20 de abajo, y en la última década esta cifra se duplicó. Es decir que los ricos cada vez son más ricos y los pobres más pobres, que los ricos son cada vez menos personas en proporción a la población de pobres que va en aumento.



El combate a la pobreza debe contemplar ciertamente un apoyo alimentario, pero este es un último recurso a ser utilizado en situaciones extremas. Ayudar a las personas pobres es transformarlas en pequeños empresarios, brindarles a los pueblos agua potable, una escuela, asistencia básica de salud. Es darles las herramientas para que se vuelvan autosuficientes. Dicha estrategia debe tener en cuenta los siete grupos temáticos de políticas públicas: igualdad entre los géneros, medio ambiente, desarrollo rural, desarrollo urbano, sistemas de salud, educación, ciencia, tecnología e innovación.



Pobres son entonces aquellas personas que no pueden satisfacer las necesidades más básicas, tales como alimentación, vivienda, vestido, salud y educación. En la actualidad existen más de mil millones de esas personas que viven con no más de un dólar por día y la última crisis financiera internacional aumentó esta cifra en cien millones más según los índices de Naciones Unidas.



Consideraciones teóricas acerca de la desigualdad estructural:



La igualdad significa que unos objetos distintos comparten elementos o características idénticas, es decir que dos cosas distintas tienen algo en común, y si eso que comparten lo tienen en las mismas proporciones es que lo tienen en igualdad. A veces los objetos son totalmente iguales, cuando esto ocurre se dice que algo es igual a sí mismo. Un ejemplo de la igualdad es la que existe en las figuras geométricas, un cuadrado es igual a otro en tanto que ambos tienen cuatro lados, independientemente de las medidas de cada uno.



La igualdad que debe existir entre las personas es producto de una historia política y la misma es remontable a los orígenes de la civilización humana. En la modernidad se ha entendido a esta de distintas formas y tal vez desde que existe la noción de igualdad es esta interpretada de distintas maneras. En el liberalismo político encontramos diversidad de concepciones de la igualdad, si bien estas han tendido a variar de forma conjunta al paso del tiempo, lo cierto es que esta siempre ha sido relacionada con otros valores, porque si hay algo que hay que dejar claro es que ante todo la igualdad es un valor, y como tal coexiste con otros, a veces antagónicamente y a veces complementariamente. Este es el caso de la libertad, porque la igualdad como valor político se ha entendido como inexistencia de opresión, sometimiento o, usando un lenguaje más moderno, exclusión. Alude al imperativo moral de una igual libertad como precondición de la autonomía de las personas, imperativo, que como ya se dijo, responde a una construcción histórica, a la memoria de una esclavitud, de una servidumbre, de una explotación y una discriminación indebida del hombre por el hombre. Responde a las revoluciones políticas y a las guerras, en donde se ha consagrado a la autonomía personal como estandarte de la dignidad humana, garantía de la emancipación de los hombres y sus pueblos de las estructuras de dominación política. Emancipación que para ser justa ha de ser equitativa, es decir igualitaria. Esto significó una conclusión acerca de cómo los seres humanos podemos vivir en paz y seguridad, ya que la historia había demostrado que es solo en el marco de la igual libertad para todos el medio adecuado para alcanzar la felicidad o el bien, ya sea este individual o colectivo, ya que de otro modo se iban a imponer siempre los intereses de unos en perjuicio de otros, por lo que una garantía a la igual libertad significaría el fin del daño injustificado sobre personas que merecían también ser felices.



En la doctrina se ha hecho una diferencia de la igualdad en relación siempre a la libertad, se ha hablado de libertad positiva y negativa. La primera hace referencia a los iguales derechos de participación política, mediante la cual las personas se autogobiernan. La segunda se refiere a los iguales derechos civiles, como el de protección a la propiedad privada frente al poder del estado, el de la libertad de expresión, culto, pensamiento y asociación, etc. También se habla de derechos de primera, segunda y tercera generación. Los de primera son los mencionados civiles y políticos en conjunto, son los que se desprenden de la estructura del estado liberal clásico. Los de segunda son los económicos sociales y culturales, tales como el derecho a la vivienda digna, a un trabajo digno, a un medio ambiente sano, a la salud, a la educación, a la identidad cultural, etc. Son los que se desprenden del estado benefactor, de la mayor intervención del estado en el mercado. Los de tercera generación hacen referencia al igual derecho al desarrollo, últimos estos en proclamarse, derecho este a participar en el desarrollo económico, social, cultural y político, a contribuir a dicho desarrollo y a disfrutar del mismo. El objeto del desarrollo es humano, es la garantía de sus derechos de manera justa e integrada. Otra diferencia teórica que se ha hecho es entre la igualdad jurídica, es decir de derechos, que debe existir entre todas las personas y la igualdad material, la que debiera existir en la realidad, pues entre lo que las Cartas de Derechos dicen y lo que se vive día a día en distintas partes del mundo varía como del día a la noche, pues claramente con las consideraciones de la pobreza mundial no concluimos de otra forma que diciendo categóricamente “los derechos humanos no se cumplen”.



Estas interpretaciones de la igualdad vistas en conjunto como interdependientes constituyen lo que llamamos igualdad estructural, esta es la que entiende que son todos los derechos igualmente importantes y necesarios para alcanzar la emancipación humana, esto equivale a decir que una persona o un colectivo de ellas no se puede autogobernar sin haber satisfecho sus necesidades básicas de alimento, abrigo, vivienda, sin haber tenido asistencia sanitaria adecuada y una educación de sí y su entorno. La igualdad estructural también da cuenta de la diferencia entre lo que dicen las Cartas de Derechos y lo que sucede en la realidad, para eliminar esta injustificada disparidad proponen distintas estrategias, una es la discriminación positiva, otra es la garantía institucional. La primera se refiere a políticas que favorezcan más a unos que a otros, por un periodo razonable y solo para remediar una desigualdad real y alcanzar la igualdad, es valorar de forma distinta lo que es distinto para hacer de esto algo más equitativo, importante es que lo que se quiera igualar surja de un consenso justo entre las partes y no de una determinación impuesta por medios coercitivos desde fuera. Un ejemplo de ello es el famoso fallo judicial norteamericano en la década del ´70 que exigía privilegios para los estudiantes negros universitarios como compensación a los años de exclusión, otro ejemplo de esta concepción de la igualdad es la que podemos extraer del Artículo 75, inciso 23 de la Constitución Nacional Argentina, el mismo dice que corresponde al Congreso de la Nación el legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los Tratados Internacionales vigentes de Derechos Humanos, en particular respecto a los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad. En ambos casos vemos como tras un consenso social, y no mediante imposición, acerca de la discriminación por raza, por sexo, por edad y por condición física, fue respaldado por una política de gobierno y por un control judicial que no hicieron más que promover los objetivos sociales por medios institucionales, con vistas en crear condiciones reales más justas. Las garantías institucionales se refieren a la creación de instituciones que garanticen el ejercicio efectivo de los derechos reconocidos a todos, es crear las condiciones y establecer los medios para hacer real el cumplimiento de las leyes y que estas a su vez sean coherentes con los principios fundamentales de igualdad y libertad. Los recursos ante los tribunales son un ejemplo de mecanismos institucionales garantes de los derechos pero son insuficientes, requieren de procedimientos costosos y lentos, aunque las acciones colectivas, los recursos de amparo y la ayuda de Organizaciones No Gubernamentales han hecho posible un procedimiento más rápido, incluso para personas sin recursos, pero los tribunales siguen siendo dependientes de gobiernos interesados y una herramienta de reparación más que de construcción. También están los recursos a Organismos Internacionales, el Consejo de Derechos Humanos de la O.E.A. es uno, la Corte Interamericana de D.D.H.H. es otro, pero acá sí que hay lentitud y burocracia, intereses gubernamentales y medidas de reparación más que de construcción de realidades igualitarias. No hay que desmerecer el accionar institucional de muchas ONG´s, fundaciones filantrópicas y políticas de distintas organizaciones públicas y privadas, pero lo cierto es que todo el accionar institucional ha sido insuficiente y ha llevado al aumento de la desigualdad estructural en el mundo más que a su remedio, es por esto que necesitamos doblar nuestros esfuerzos y agregar nuevos mecanismos institucionales más efectivos. La discriminación positiva es entonces una estrategia institucional para lograr mayor realidad de los Derechos Humanos pero de ningún modo la única que existe y menos la única que debe existir. Hacen falta nuevas garantías institucionales ya no basadas en la amenaza de sanciones o reparaciones ante violaciones, es necesario crear instituciones que garanticen la motivación privada de las personas hacia el respeto, promoción y progreso de los Derechos Humanos, crear cultura para la paz, construir una sociedad justa más que el intento por reparar las injusticias. Una forma adecuada sería una auténtica educación universal, no solo en su alcance, sino que también en su contenido, esto es lograr que la educación llegue a todos y que lo que se eduque sea una conciencia humana garante, sin necesidad de coerción, de los Derechos Humanos.



La igualdad estructural se diferencia de la concepción clásica de la igualdad en tanto que la igualdad clásica se enfocaba en el individuo, esto es que iguales debían ser estos y sus derechos. La igualdad estructural ya no solo veía a individuos, pues ahora la igualdad debía existir también entre grupos, entre colectivos, ya sean estos culturales, nacionales, étnicos y/o de género. Las políticas pasaron de la no intervención o del mantenimiento de una igualdad en el trato hacia individuos que se veían como iguales e independientes a una política que intervenía en las relaciones sociales, que favorecía ya no solo al individuo que se encontraba en una posición de desigualdad real o jurídica, esto para lograr una igualdad real, sino además políticas que favorecen a grupos enteros, excluidos estos sistemáticamente, como los pobres, los negros, las mujeres, las minorías de sexo, étnicas y nacionales, ya que los individuos ya no se veían como independientes, sino como parte de grupos, los cuales no se encontraban, y no se encuentran, en relación de igualdad.



Entonces la igualdad estructural es la que entiende que en el mundo las personas viven inmersas en culturas, países, familias, sociedades que son distintas, que los individuos se consideran de acuerdo a la estructura social a la que pertenecen, que para lograr una igualdad real es contraproducente pensar que los hombres son todos libres e iguales como declaran las Cartas de Derechos. La igualdad estructural dice que hay que cargar el lado le la balanza que está más arriba, y para esto hay que sacarle un poco al que está más abajo, la igualdad estructural es consciente de que en la balanza no hay individuos independientes, sino todo lo contrario, personas ligadas a contextos particulares, a historias colectivas. Es por esto que en la balanza encontramos más que a individuos aislados a grupos de personas. Los ricos del mundo son un grupo y los pobres otro, estos últimos han estado sistemáticamente excluidos de los beneficios de la sociedad y del ejercicio de sus derechos. La idea es construir los contextos para crear auténticas posibilidades de que los excluidos del sistema de beneficios participen no solo recibiéndolos, sino que, y por sobre todo, produciéndolos.



La igualdad estructural demanda una redistribución lo suficientemente equitativa como para lograr una igualdad real. Es importante hablar de socialismo de estado, ya que este régimen intentó construir una igualdad real en sociedades particulares, en muchos casos con éxito pero con un costo sobre la libertad de las personas y con la consecuencia de una gran desigualdad entre gobierno y gobernados, esto ya que el socialismo de estado, y en gran medida el estado benefactor, al intentar igualar las relaciones sociales monopolizó las estructuras económicas y culturales, lo que atentó contra las libertades individuales. Es por esto que ahora hablamos de una cooperación al desarrollo, ya que la igualdad estructural debe ser lograda en cooperación entre los grupos relacionados y no como consecuencia de un régimen totalizante, que además de negar la autonomía de los grupos y las personas, crea una desigualdad mayor entre una burocracia estatal todopoderosa y un pueblo que renuncia a la democracia en post de una igualdad impuesta desde arriba. La igualdad en la sociedad global debe ser producto de la voluntad entre sus actores, debe ser producto de una conciencia moral universal, de un cambio de paradigma para las relaciones económicas y aquí nos encontramos con la necesidad de integrar a un tercer valor. La igual libertad entre las personas solo es posible si las mismas personas se reconocen como lo que son, reconocen sus identidades, aprenden a que conviven en un mismo mundo, que se necesitan los unos de los otros, es más, que todos somos uno y que uno somos todos. Este tercer valor es la fraternidad, el amor por el prójimo, el ver al otro como parte de uno mismo. Este valor, junto con el de la igualdad y la libertad, son los emblemas de la modernidad, son los fines últimos del hombre moderno, medios si se quiere para la vida en paz y felicidad. Pero son metas, objetivos que se han planteado, de ninguna forma describen a nuestra sociedad, es por esto la importancia de las políticas y estrategias que tomemos para lograrlos, ya sabemos que con la imposición y la fuerza no lo lograremos (socialismo de estado o estado benefactor), que con la indiferencia y con el hacer nada tampoco (neoliberalismo económico), está pues en nosotros y en nuestras nuevas ideas la forma de alcanzarlo, seguro esta la acción colectiva, seguro esta el granito de arena que cada uno de nosotros puede hacer para hacer de nuestro mundo un hogar que sea justo para todos.



Situación de la distribución del Ingreso e implicancia en el desarrollo de las naciones:



La distribución del ingreso es un aspecto central en la problemática de los países en vías de desarrollo, alcanzar su desarrollo exige transformaciones profundas y deliberadas en su estructura social e institucional, capaces de modificar el funcionamiento de sus economías.



Las economías desarrolladas tienen una configuración estructural distinta a la de los países en vías de desarrollo y a la de los países menos desarrollados, ya que en la estructura de éstos últimos, los mecanismos de acumulación, de asignación de recursos y de distribución del ingreso son diferentes. Se considera que un país se está desarrollando cuando por el crecimiento económico del mismo se ven beneficiados los diversos sectores productivos, las distintas regiones, y todos los estratos sociales, la riqueza se difunde en toda la sociedad de manera equitativa, y lo más importante es que esa riqueza sirve de medio para el efectivo ejercicio de los Derechos Humanos.



El crecimiento económico es el ritmo de aumento en la producción total de bienes y servicios de la sociedad. El mismo se mide a través PBI/habitante; cuando este indicador aumenta año a año y en el largo plazo se considera que ese país crece. El crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo. Es decir, el crecimiento no necesariamente lleva al desarrollo, por el contrario, en algunas regiones produce el sentido inverso, la pobreza se ve muy afectada por el mismo.

América Latina es la región con la distribución menos equitativa de riqueza e ingresos, lo cual provoca una lucha más ardua para la erradicación de la pobreza. Los altos niveles de pobreza en la mayoría de los países de la región se relacionan principalmente con una mala distribución del ingreso. Como afirma Martin Ravallion - director del Banco Mundial del programa de investigación sobre el desarrollo - “En la región, el crecimiento es menos eficaz para reducir la pobreza, por el alto nivel de inequidad”. Ya que el crecimiento reduce la pobreza con menos eficiencia en países donde hay una alta desigualdad entre sectores, favoreciendo a los más acaudalados. En América latina existe una extrema polarización de los ingresos de la población, con pobres que viven en la absoluta miseria y con ricos que cada vez más acaudalados. Malloch Brown, ex subsecretarío de las Naciones Unidas, afirma que "el nivel de desigualdad estructural es tan alto que buena parte del crecimiento permanece en las élites (nacionales) que son muy ricas, de modo que no tiene el mismo impacto en los sectores menos favorecidos".



En la década de los ochenta la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) subrayó que la gran desigualdad en el ingreso de las personas, sectores, grupos y regiones, en los países de la región, encontraba una de sus causas en la desigual distribución de ganancias y beneficios producto del comercio mundial. Esto es así debido a los desiguales términos de intercambio, es decir que lo que la región en su conjunto vende al mundo no le alcanza para comprar lo que el mundo le vende a esta. La división internacional del trabajo, en donde hay regiones productoras de materias primas y otras productoras de bienes manufacturados, hace que unos dependan de otros, el problema aparece cuando el valor de lo que unos producen es considerablemente menor al valor de lo que los otros producen, circunstancia exacerbada por la imposibilidad estructural de que la industrialización llegue a todos lados. El problema se acrecienta cuando la determinación de esos valores no es democrática, cuando es fijada por especuladores financieros anónimos en las principales bolsas del mundo. Entonces el dinero para redistribuir equitativamente en los países menos desarrollados y en los que están en vías al desarrollo es sustancialmente menor que el dinero con el que cuentan los países industrializados y más desarrollados tecnológicamente, los cuales son una minoría.



Otra dificultad para lograr un intercambio global justo son las disparidades arancelarias, las barreras comerciales y los subsidios nacionales y regionales. Esto no significa que todos ellos se deberían suprimir, pero si deberían ser coherentes con la desigualdad estructural y no resguardarla y acentuarla. Un ejemplo de esto son los subsidios al agro de la Unión Europea, estos subsidios hacen incompetentes a los sectores agropecuarios de países con menos recursos como para poder subsidiar, impidiendo que estos lleguen a ese mercado. Por otro lado los países desarrollados exigen a los países en vías al desarrollo que levanten las barreras al comercio mundial, mientras ellos no están dispuestos a hacerlo en sus sectores sensibles. Además de esto se discute también la conveniencia de que en estas circunstancias actuales se establezca un libre comercio a escala mundial, ya que hay países que desean la industrialización, la autarquía económica y que alegan que una estructura de libre mercado acentúa la estructura desigual y de dependencia a los mercados centrales, dependencia financiera y productiva.



Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, desigualdad estructural y pobreza:



Debido al gran problema de la pobreza mundial, Naciones Unidas ha situado a la reducción de la pobreza entre sus prioridades de acción y a la desigualdad estructural como el mayor obstáculo para lograrlo. Recordemos que la pobreza es un problema mundial y que la ONU es la única organización pública con competencias mundiales susceptible de resolverlo.



El período comprendido entre 1997 y 2006, fue proclamado por la Asamblea como el "Decenio Internacional para la Erradicación de la Pobreza, con el fin de erradicar la pobreza absoluta y reducir sustancialmente la pobreza en el mundo mediante la acción decisiva de los países y con el firme poyo de la cooperación internacional”



En septiembre del 2000, se realizó la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas donde se aprobó la “Declaración del Milenio”, un acuerdo para alcanzar un mundo más equitativo, justo y próspero. Para lograrlo, se establecieron 8 objetivos que deben alcanzarse para el 2015, conocidos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Los ODM proporcionan un marco para que el sistema de las Naciones Unidas trabaje de forma conjunta y coherente hacia una finalidad común, la erradicación de la pobreza.



          El primer objetivo, y uno de los principales es:

“Erradicar de la pobreza extrema y el hambre”

                                                                       Y sus metas específicas son:

- Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos son menores a un dólar diario.

- Alcanzar el pleno empleo productivo y trabajo decente para todos, incluyendo a las mujeres y las y los jóvenes.

- Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen de hambre.

Es decir, reducir todas las formas de extrema pobreza a la mitad.



A medida que se acerca esa fecha, en menos de seis años, el mundo se encuentra sumido en una crisis económica sin precedentes por su gravedad y sus dimensiones mundiales. Los avances hacia el logro de los ODM se ven amenazados por un crecimiento económico lento, una disminución de recursos, menos oportunidades comerciales para los países en desarrollo y posibles reducciones de los fondos provenientes de países donantes.



En los últimos 20 años el monto que los gobiernos de las naciones desarrolladas le han asignado a la ayuda externa ha descendido y la mayoría de los países están más lejos que nunca de alcanzar el objetivo de las Naciones Unidas del 0,7% del producto nacional bruto. El monto de ayuda externa que han dado los Estados Unidos por ejemplo es una miseria, solo el 0,1% del producto nacional bruto, es decir el porcentaje más bajo de los países de la OCDE, es un monto menor al dado por Japón y los mayores beneficiarios no son los países más pobres del mundo sino Israel, una de las veinte naciones más ricas del mundo.



Por el momento los países ricos han transferido muy poco a los pobres. Solo Suecia, Holanda, Noruega, y algunos de los países árabes exportadores de petróleo han alcanzado el modesto objetivo de N.U. Gran Bretaña cede el 0.31% de su PNB en ayuda oficial al desarrollo y una pequeña cantidad adicional en ayuda extra oficial de organizaciones voluntarias. El total supone alrededor de 2 libras mensuales por persona, comparado con el 5.5% del PNB que se gasta en alcohol y el 3% en tabaco. Otras naciones, incluso más ricas, aportan poco más: Alemania, el 0.41%, y Japón, el 0.32. Con estos hechos no podemos evitar llegar a la conclusión de que al no dar más de lo que damos, la gente de los países ricos está permitiendo que la de los países pobres sufra una pobreza absoluta, con la consiguiente desnutrición, enfermedad y muerte.



La educación constituye un elemento central para reducir la pobreza y la desigualdad. Pero, además de ser la base para potenciar el desarrollo, es un derecho humano al que todo el mundo debería tener acceso. Es por eso, que el segundo objetivo de los ODM es:

“Lograr la enseñanza primaria universal”

La educación no es un objetivo más, sino que es imprescindible para el cumplimiento del resto de los ODM.



En el conjunto de países en desarrollo, la matrícula en la enseñanza primaria alcanzó el 88% en el 2007, un aumento respecto al 83% registrado en el 2000. Además, gran parte de ese progreso se logró en las regiones que estaban más rezagadas. En el África subsahariana y Asia meridional, la matrícula aumentó en 15 puntos porcentuales y 11 puntos porcentuales respectivamente entre el 2000 y el 2007.



Para alcanzar el objetivo de universalizar la enseñanza primaria en el 2015, sería necesario que todos los niños en edad de cursar primaria tengan acceso a la educación en el 2009. En los últimos años se han logrado algunos progresos: en el 2007cerca de 137 millones de niños asistieron por primera vez a clases, es decir, 7 millones más que en 1999. Durante el mismo periodo, la tasa bruta de admisión, que mide la capacidad de un sistema educativo de proporcionar acceso a la educación a los niños de un país,

aumentó en nueve puntos porcentuales en los países en desarrollo. El mayor incremento se registró en África subsahariana con 25 puntos porcentuales. Sin embargo, tener acceso a la educación es solamente una parte de la solución. Para lograr la enseñanza primaria universal se requiere completar todo el ciclo de instrucción primaria. Millones de niños que se matriculan cada año abandonan los estudios con el tiempo. En muchos países en desarrollo, los sistemas educativos tienen una insuficiencia crónica de recursos y por lo general no ofrecen una enseñanza de calidad. Como consecuencia, un gran número de niños abandonan los estudios sin haber adquirido conocimientos básicos de aritmética y lectura.



Para solucionar estas deficiencias sería necesario reformar el sistema educativo y aumentar las inversiones. Con base en datos del 2004, la UNESCO estima que, sólo en África subsahariana habría que contratar a 3,8 millones de profesores para alcanzar el objetivo de la enseñanza primaria universal.



Consideraciones teóricas acerca de la educación universal:



La educación, entendida esta en sentido amplio como la instrucción, la ilustración, el aprendizaje de lo que somos, de lo que es, de lo que debería ser, de lo que es real, de lo que fue pasado y de lo que pudiera ser futuro. Todos los símbolos, las tradiciones, las ideas constitutivas de nuestro conocimiento, incluso aquellas que pugnan por transformarlo, son producto de la educación, la cual no es más que entendimiento intersubjetivo logrado gracias a un proceso comunicativo. La educación nace en la infancia, es un proceso individual y colectivo en el que intervienen todos los actores sociales, es el mecanismo mediante el cual concebimos lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser, procedimiento que desde que comienza no termina, ni siquiera con el advenimiento del fin de la vida particular, ya que la estructura social está en constante transformación, cambio que nace desde algo heredado, cambio que se hereda para mantenerlo y transformarlo.



Educación es entonces el medio por el cual conocemos. Hablar de una educación universal es hablar de un sueño, un ideal, del fin mismo de la modernidad. Significa que todos conozcamos todo, o al menos que todos puedan acceder al conocimiento que existe, en igualdad de condiciones y tratos, significa también que todos debemos participar en igualdad de condiciones en el proceso de construcción y progreso del mismo conocimiento, igualdad en el ser odio y escuchado. Es lograr construir una institución global de la enseñanza, y como toda enseñanza algo enseña, ese algo, ese contenido debe ser universal, es decir igual para todos. Pero lo que se enseña igual para todos no es imposición ideológica, justamente es la libertad lo que se debe enseñar, esto es la capacidad de construir cada uno de nosotros, y todos en su conjunto, nuestro propio conocimiento, producto de nuestras vidas concretas y de nuestros discursos intersubjetivos entablados en instancias de comunicación equitativas y racionales.



La cultura global para la no violencia, el irrestricto respeto y consideración moral de los Derechos Humanos, la cultura para la paz debe ser construida por medio de una educación universal de normas y valores a la que todos puedan acceder y construir, para ello es fundamental la alianza entre la familia y la escuela, es hacer de la familia una escuela y de la escuela una familia, es hacer familia a la Humanidad al mismo tiempo que escuela, sin fronteras étnicas, nacionales, sociales, económicas, jurídicas, raciales, sexuales, familiares. Es una escuela a la que todos vamos, en la que todos somos sabios y aprendices, en donde todos somos iguales. La educación universal debe ser una institución que se reproduce en todas las instancias comunicativas de la sociedad, incluso en las esferas más íntimas, independientemente de su contenido y de la relación entre sus actores, ya que la igual libertad exige considerar de la misma manera a un padre que a un extraño, incluso significa considerarse a uno como parte del todo y al todo como parte de uno mismo.



Tratamiento de la temática por organismos internacionales:



PNUD:



Uno de los principales agentes en esta esfera es el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuya labor se centra en el alivio de la pobreza, a través de la potenciación de la persona y el abastecimiento de ingresos y servicios básicos.



La labor del PNUD abarca el fortalecimiento de la capacidad de los gobiernos y de las organizaciones de la sociedad civil para que puedan enfrentar una serie de aspectos que configuran a la pobreza. Asimismo, busca dar mayor poder a los pobres a través de las siguientes acciones: Aumentando la seguridad alimentaria; Mejorando la disponibilidad de vivienda y de servicios básicos; Creando oportunidades de empleo; Facilitando el acceso de los pobres a la tierra, el crédito, la tecnología, la capacitación y los mercados; Haciendo posible la participación de los pobres en los procesos políticos que determinan su vida.



El PNUD está trabajando activamente en asistir a los países a monitorear sus progresos en relación a los ODM y alcanzar sus objetivos.



La erradicación de la pobreza es un objetivo que persiguen también las instituciones financieras de las Naciones Unidas, quienes tienen un papel fundamental en la financiación de múltiples programas centrados en los aspectos sociales de la erradicación de la pobreza.



BANCO MUNDIAL:



El Banco Mundial es una de estas instituciones, en 1999 destinó la cuarta parte de sus préstamos a programas de salud, nutrición y educación. Su finalidad es financiar con tazas y plazos razonados proyectos de desarrollo, tanto de públicos como de privados. Presta dinero solo cuando este es invertido en actividades de desarrollo y de protección de los Derechos Humanos, financia proyectos para mejorar la infraestructura necesaria para hacer llegar los servicios básicos a aquellos que no los poseen, para mejorar los centros de rehabilitación penitenciaria, construcción de escuelas, hospitales, etc.



El Banco Mundial es la primera fuente mundial de préstamos para el desarrollo de los recursos humanos, y ayuda a países prestatarios a establecer regímenes de protección social para los sectores más pobres y vulnerables de la población.



El Banco apoya la inversión en las personas mediante la prestación de servicios sociales básicos a los pobres. Cuenta con un sector de Protección Social que ha concebido medios más adecuados para prestar asistencia a las personas, las familias y las comunidades vulnerables cuyas condiciones de pobreza se verían agravadas por crisis económicas, desastres naturales o la estructura desigual de la sociedad.



Apoya también el establecimiento de seguros públicos obligatorios de desempleo y de vejez o el suministro de ayuda económica a los sectores de la población que más necesitan la protección social.



La principal fuente de fondos provistos por los donantes para los servicios sociales básicos en los países más pobres es la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que forma parte del Grupo Banco Mundial. La AIF presta alrededor de 5,000 a 6,000 millones de dólares al año para proyectos de desarrollo y ha prestado unos 115 millones de dólares a más de 115 países, con inversiones básicas en educación primaria, salud, agua salubre y saneamiento.


FMI:



El Fondo Monetario Internacional (FMI) brinda asesoramiento en materia de política macroeconómica, asistencia técnica y respaldo financiero a los países de bajos ingresos y con déficit en su balanza de pagos. Este grupo de países, los menos desarrollados, recibe más de la mitad de la asistencia técnica que ofrece el FMI, además de un respaldo financiero a bajas tasas de interés y durante períodos relativamente largos. Los países de bajos ingresos con una pesada carga de deuda externa también pueden recibir alivio de la deuda por medio de programas supervisados por el Fondo.



A fin de hacer frente a las repercusiones de la crisis mundial, el FMI está incrementando significativamente su asistencia financiera a favor de los países de bajo ingreso, a la vez que inicia una reestructuración general de los mecanismos de crédito para adaptarlos a los rápidos cambios de las necesidades de estos países.



En el marco del Consenso de Monterrey de marzo de 2002, la Comunidad Internacional adoptó una estrategia de dos pilares para cumplir los ODM. El primero es la adopción de políticas acertadas y el buen gobierno en los países de bajos ingresos. El segundo tiene que ver con un respaldo internacional más amplio y eficaz, que incluya asistencia internacional para el desarrollo y la apertura de los mercados a las exportaciones de los países en desarrollo. El FMI está ayudando a los países de bajo ingreso a avanzar en la consecución de los ODM y está contribuyendo al éxito del enfoque del Consenso de Monterrey mediante las tres funciones básicas de la institución: el financiamiento, la asistencia técnica y la supervisión.



OIT:



La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es la agencia tripartita de la ONU y convoca a gobiernos, empleadores y trabajadores de sus estados miembros con el fin de emprender acciones conjuntas destinadas a promover el trabajo decente en el mundo.



El trabajo decente es un derecho humano y uno de los medios necesarios para lograr la erradicación de la pobreza. La OIT sirve de centro para la creación de normas internacionales que vinculan a todos los estados miembros, cuenta con comisiones y organismos de inspección y control para el cumplimiento de obligaciones internacionales. Es el principal organismo de protección internacional de derechos de grupos desaventajados como los indígenas, los migrantes y las minorías étnicas y de género en general. La Organización determina estándares mínimos de edad para el trabajo, tiempos de trabajo y descanso, entorno laboral saludable, seguridad social eficiente, salarios mínimos, libertad sindical, etc.



OMS:



La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la autoridad directiva y coordinadora de la acción sanitaria en el sistema de las Naciones Unidas. Es la responsable de desempeñar una función de liderazgo en los asuntos sanitarios mundiales, configurar la agenda de las investigaciones en salud, establecer normas, articular opciones de política basadas en la evidencia, prestar apoyo técnico a los países y vigilar las tendencias sanitarias mundiales.



Durante el último decenio la salud ha adquirido un protagonismo sin precedentes como impulsor clave del progreso socioeconómico, de tal manera que nunca se había invertido en ella tal cantidad de recursos. No obstante, la pobreza sigue contribuyendo a la mala salud, y ésta hunde a grandes poblaciones en la pobreza. El desarrollo sanitario se rige por el principio ético de equidad: el acceso a intervenciones que salvan vidas o fomentan la salud no es algo que pueda negarse por razones injustas, en particular por razones económicas o sociales. El respeto de ese principio asegura que las actividades de la OMS orientadas al desarrollo sanitario otorguen prioridad a los resultados de salud entre los grupos pobres, desfavorecidos o vulnerables. El logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas y la lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas son las piedras angulares de la agenda de salud y desarrollo, para esto la Organización fomenta la seguridad sanitaria, fomenta los sistemas de salud, promueve investigaciones y la utilización de mejores tecnologías, procura mayores niveles de desempeño y eficacia en las actividades sanitarias.



OMC:



La Organización Mundial del Comercio (OMC) es la única organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Los pilares sobre los que descansa son los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la gran mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados por sus respectivos parlamentos. El objetivo es ayudar a los productores de bienes y servicios, los exportadores y los importadores a llevar adelante sus actividades.



Los principios fundamentales y rectores de la OMC siguen siendo la apertura de las fronteras, la garantía del principio de la nación más favorecida y del trato no discriminatorio entre los Miembros, así como el compromiso de lograr la transparencia en sus actividades. La apertura de los mercados nacionales al comercio internacional, con excepciones justificables o con la flexibilidad adecuada, fomentará y favorecerá el desarrollo sostenible, mejorará el bienestar de las personas, reducirá la pobreza y promoverá la paz y la estabilidad. Al mismo tiempo, esa apertura de los mercados debe ir acompañada de políticas nacionales e internacionales racionales que contribuyan al crecimiento económico y al desarrollo en consonancia con las necesidades y aspiraciones de cada uno de los Miembros.



Para la consecución de sus tareas la Organización administra los acuerdos comerciales de la OMC, sirve de foro para negociaciones comerciales, trata de resolver las diferencias comerciales, supervisa las políticas comerciales nacionales, brinda asistencia técnica y cursos de formación para los países en desarrollo y establece redes de cooperación con otras organizaciones internacionales.



FAO:



La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) conduce las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre. Al brindar sus servicios tanto a países desarrollados como a países en desarrollo, la FAO actúa como un foro neutral donde todos los países se reúnen en pie de igualdad para negociar acuerdos y debatir políticas. La FAO también es una fuente de conocimientos y de información. La Organización ayuda a los países en desarrollo y a los países en transición a modernizar y mejorar sus actividades agrícolas, forestales y pesqueras, con el fin de asegurar una buena nutrición para todos. Desde su fundación en 1945 la FAO ha prestado especial atención al desarrollo de las zonas rurales, donde vive el 70 por ciento de la población mundial pobre y que pasa hambre.



La crisis económica mundial amenaza con revertir los avances logrados, la inflación en los precios de los alimentos ha llevado a una baja en la producción y ha hecho más difícil la seguridad alimentaria para los más necesitados. Los pequeños productores no se han visto beneficiados con el aumento en los precios debido a que no han contado con la infraestructura y la tecnología necesaria para incrementar las inversiones. Se necesita mayores esfuerzos coordinados para llevar la producción agropecuaria a las zonas más pobres, para esto la Organización trabaja asistiendo técnicamente, facilitando tecnologías básicas y procurando una masificación de pequeños productores y de precios que sean justos y beneficiosos para todos.



UNESCO:



La entidad rectora en el ámbito educativo dentro de la ONU es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (UNESCO), la cual trabaja para conseguir la matriculación de todos los niños en escuelas adecuadas y la formación de profesores para impartir una educación de calidad. El principal objetivo de la UNESCO es contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo promoviendo, a través de la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación, la cooperación entre los pueblos, con el fin de garantizar el respeto universal de la justicia, la supremacía de la ley, los derechos humanos y las libertades fundamentales que la Carta de las Naciones Unidas reconoce a todos los pueblos.



La UNESCO proporciona servicios de secretaría para la campaña lanzada por las Naciones Unidas con miras a lograr una educación universal de calidad hacia el 2015 aprobada en el Foro Mundial sobre la Educación, celebrado en 2000 en Dakar. En la Declaración del Milenio, los líderes del mundo confirmaron este objetivo. En este Foro, los gobiernos se comprometieron a lograr una educación de calidad para todos, haciendo especial énfasis en las niñas y otros grupos concretos, como los niños que trabajan y los niños afectados por la guerra. Los países y las instituciones donantes aseguraron que ningún país que se comprometiera a difundir la enseñanza básica vería frustrados sus esfuerzos por falta de recursos.



UNICEF:



El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dedica anualmente el 14 % de sus gastos de programas a actividades de educación, prestando especial atención a la enseñanza básica y la escolarización de las niñas.



Según datos de UNICEF, alrededor de un 13% de los niños y niñas de 7 a 18 años en los países en desarrollo no han acudido nunca a una escuela. Esta tasa es de un 32% entre las niñas de África subsahariana (27% para los niños) y de un 33% entre los niños y niñas que viven en las zonas rurales de Oriente Medio y África del Norte.



La educación es tal vez la barrera más firme contra la pobreza, especialmente para las niñas. Las niñas que han recibido una educación tienen más posibilidades de casarse más tarde y tener hijos más sanos. Son más productivas en el hogar y reciben mejores salarios en el lugar de trabajo, y son más capaces de participar en la toma de decisiones en todos los niveles.



UNICEF al enfocarse en la escolarización de las niñas contribuye a avanzar no solo en el segundo objetivo de los ODM (educación primaria universal) sino también en el tercer objetivo: promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Cuya meta es eliminar las desigualdades entre los sexos todos los niveles de la enseñanza.



UNICEF es el organismo coordinador de la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas (UNGEI), un grupo de aliados dedicados a alcanzar los objetivos de paridad e igualdad entre los géneros en la educación.



Consecuencias de la última crisis financiera internacional sobre la desigualdad estructural y la pobreza:



La actual crisis financiera y económica conlleva un retroceso en la lucha contra la pobreza y el hambre en el mundo, un retroceso en la consecución de los ODM.



Es probable que los importantes avances en la lucha contra la extrema pobreza logrados entre 1990 y el 2005 se hayan estancado y lo que es más, se haya regresado a una situación peor de la que se venía en tan solo unos meses de recesión económica. Durante ese periodo, el número de personas que vivían con menos de 1,25 dólares al día disminuyó de 1.800 millones a 1.400 millones. Al finalizar el 2009, se estima que habrá entre 55 a 100 millones de personas más que vivan en situación de extrema pobreza en relación a las que lo hacían cuando comenzó la crisis el año pasado. De igual modo, en el 2008 se veía una alentadora tendencia en la erradicación del hambre que existía desde principios de los 90, pero todo cambió debido en gran medida al aumento en los precios de los alimentos.



La prevalencia del hambre en las regiones en desarrollo está aumentando, y ha pasado de un 16% en el 2006 a un 17% en el 2008. Asimismo, la disminución de los precios internacionales de los alimentos en la segunda mitad del 2008 no ha logrado que los alimentos sean más asequibles para la mayoría de la población del mundo. El escaso progreso logrado entre 1990 y el 2007 en cuanto a nutrición infantil es insuficiente para poder alcanzar la meta en el 2015, y probablemente se vea deteriorado por el aumento de los precios de los alimentos y la crisis económica.



La actual crisis también puede retrasar el progreso hacia la igualdad entre los sexos, creando nuevos obstáculos para el empleo de la mujer.



Otra secuela de la situación financiera mundial podría ser que se vean comprometidos los fondos para programas de mejora de la salud materna, objetivo hacia el cuál se han registrado los menores avances hasta la fecha.



La ONU registró que los países ricos que se comprometieron como dadores para alcanzar las Metas están actuando más reservadamente que en el pasado. En vista de que la mayoría de sus economías están en recesión, incluso el cumplimiento de los compromisos (que se expresaron como porcentaje del ingreso nacional de los donantes), supondría una disminución de la cantidad de ayuda. Para muchos países en desarrollo, la reducción del nivel de ayuda no solo impediría seguir progresando, sino que podría revertir algunos de los logros ya alcanzados.



Conclusiones:



Transcurrida más de la mitad del plazo hasta 2015 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los grandes adelantos en la lucha contra la pobreza y el hambre se han hecho más lentos o, a veces, han perdido terreno, como resultado de la crisis económica mundial. Frente a este entorno económico desfavorable, la comunidad Internacional debe acelerar los avances hacia el logro de los ODM, no debe retroceder en los mismos. No deben dejar de lado los compromisos contraídos en el año 2000. El cumplimiento del compromiso de aumentar la ayuda es primordial. Es igualmente importante velar por que los intereses de los países en desarrollo y, sobre todo de los más pobres, sigan siendo el eje central en las negociaciones comerciales. Se debe fortalecer la cooperación y la solidaridad mundial, y de esta manera, unir esfuerzos para alcanzar los ODM.



Claramente del ideal universal de la emancipación humana a la realidad hay un abismo. Pero no hay que olvidar los progresos que nos enseña la historia y la responsabilidad que tenemos de continuar construyendo nuestro mundo. Las instituciones que tenemos son producto de nuestras ideas y acciones, la difusión de una moral universal ampliamente comprensiva solo es posible si la misma se instruye desde la infancia, tal educación solo es probable si se han satisfecho necesidades fundamentales ligadas a los mismos Derechos Humanos, pero si para cumplir con los derechos se necesita de esa educación universal, nos encontramos con un círculo vicioso, ya que no hay derechos sin educación, ni educación sin derechos, es por esto la importancia de las políticas públicas, de la redistribución de recursos, herramientas y capacidades para que aquellos que se encuentran impedidos de ejercer sus derechos lo puedan hacer y contribuir así a la construcción de un mundo en el que todos participan en igualdad, en donde los conocimientos y los beneficios son producto de una sociedad democrática que se plantea a la equidad y la justicia como criterios para la distribución. La garantía social al ejercicio de los derechos, esto es nuestras instituciones políticas, y las acciones comunicativas que entablamos en el día a día, son los mecanismos de transformación y ruptura de ese círculo vicioso, que cuando se proponen la difusión y respeto por la moral universal logran hacer efectivos los derechos y en consecuencia una progreso para la educación universal, y como tal para la democracia y la paz mundial.


BIBLIOGRAFÍA



SINGER, Peter, “El Pan que Retienes le Pertenece al Hambriento: Actitudes hacia la pobreza”



SINGER, Peter, “Ética Práctica”, Capítulo 8: Ricos y Pobres



SABA, Roberto, “(Des)Igualdad Estructural”



CALLINICOS, Alex, “La Desigualdad Hoy”



MAURINO, Gustavo, “Pobreza y Discriminación: La Protección Constitucional Para Los Más Humildes”



Objetivos de Desarrollo del Milenio, Informe 2009, www.un.org/es



NINO, Carlos, “Ética y Derechos Humanos”



TAMAMES, Ramón, “Estructura Económica Internacional”