sábado, 10 de abril de 2010

Y ahora, ¿qué hacemos con el Estado? Lo conservamos, lo cambiamos o lo eliminamos


Finalmente la pregunta es si el Estado moderno debe seguir existiendo. Si decimos que si nos encontramos con la pregunta de si debe seguir existiendo tal y cual es o si debe sufrir modificaciones. El punto crítico de la controversia es admitiendo la necesidad de modificación preguntarse por cuáles deben ser específicamente estas modificaciones. Mi teoría es que el poder legislativo (el cual debe ser también ejecutivo) debe estar en la libre voluntad de todos y no más en las interesadas y presionadas manos de unos pocos (representantes). Esta autolegislación universal debe estar garantizada por una institución universal e imparcial de la justicia (también ejecutiva), la cual además de garantizar una paz positiva (seguridad humana), debe velar por que la igual libertad de todos en la creación de las leyes sea el criterio de validación de las mismas, además de servir a la resolución, siempre pacífica, de controversias.
Se aclara que la justicia imparcial e universal debe tener poder ejecutivo y coactivo indirecto, nunca directo. Además debe estar constituida por dos principios, el del mérito y el democrático. Los jueces solo pueden actuar al pedido de cualquiera de las partes y las sentencias son siempre apelables cuando existen buenas razones para ello. El criterio es la coerción exclusiva de los mejores argumentos.
El poder legislativo, ahora totalmente descentrado pero integrado al mismo tiempo en su justicia, esto es en su proceso, el cual es el método democrático directo, el cual como ya se ha dicho debe estar garantizado por una justicia que actúa en los ámbitos más concretos y locales de legislación hasta en las asambleas universales. El criterio de resolución legislativa debe ser otra vez la justicia, esto es el respeto a la igual libertad de todos, por ello la regla de la mayoría debe ser reemplazada por el consenso o por la unanimidad o en su defecto la coerción no de quienes son más, ni de quien/es pueden vetar, sino de quien/es tienen los mejores argumentos.
No hay legislación efectiva sin una administración que ejecute los programas, del mismo modo no hay una justicia que no cuente con los medios necesarios a su disposición para hacer efectivas sus sentencias, es por esto que ambos poderes, el legislativo y el judicial deben tener sus propios poderes ejecutivos, integrados a cada uno (diferenciados solo discursivamente, esto es fundamentación de normas y aplicación de las mismas), estos poderes del nuevo Estado Universal deben estar divididos en dos, uno descentrado y puesto a disposición de las personas mismas, independientemente donde se encuentren, las edades que tengan o las apariencias que sostengan y otro poder independiente que asegure la justicia del proceso legislativo, que los diálogos sean sostenidos entre iguales, ya que de lo contrario carecerían de justicia. Este nuevo estado tiene la doble tarea de descentrar el poder legislativo y el poder judicial al mismo tiempo que debe universalizar tanto a la autolegislación como a la justicia. En un sentido es hacer a todos personas políticamente autónomas, o si se quiere, creo que representaría el logro del proyecto moderno.